El pasado sábado, iniciándose desde ayer la vuelta e los Colegiales a sus domiciios, al confirmarse la suspensión de cualquier actividad presencial en la UGR en lo que queda de curso, celebramos en nuestro Comedor una «cena de despedida» que nos evocó las cenas de fin de curso.
Con «traje académico de fiesta» (con chaqueta y muchos con corbata, que luego se perdió) bajamos al comedor, tomamos un aperitivo, cenamos juntos todos los que estamos en el Colegio en estos días, habló el Decano y brindamos, recordando a quienes están en sus casas. Desde luego, se cantó el «Pasa el Bartolo» y se botó (un bote, dos botes….).
La «fiesta» posterior no fue en el patio, sino en algunas habitaciones y, fue como todas las de fin de curso, con música, con bebida, con emoción y nostalgia, sentimental y larga… A las siete de la mañana partió hacia su casa el primero de los Colegiales que han pasado su confinamiento en el Colegio durante más de cuarenta días y algunos le despidieron a esa hora. Este año no hubo invitaciones «extras», siempre concedidas de modo excepcional.
Nos debemos TODOS una Fiesta de Clausura.Habrá que hacerla en algún momento.
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